La manija forma parte de los objetos comunes de nuestra vida, aquellos a los que rara vez prestamos atención porque hacemos uso de ellos continua y cotidianamente. Sin embargo, cuando una manija funciona mal, cuando su calidad es dudosa o su diseño deficiente, nos damos cuenta de que nuestro bienestar depende de los pequeños detalles y comenzamos a apreciar en su justa medida que un objeto como la manija es fundamental para que nos encontremos a gusto en nuestro hogar.